READAPTACIÓN

VUELTA A LA
COMPETICIÓN

El alta médica no implica el alta deportiva. Sabemos, por experiencia, que una demasiado pronta vuelta a la competición, duplica las posibilidades de recaer en la misma lesión o hacerse otra diferente.

EL TIPO DE LESIÓN DETERMINA EL PROGRAMA MÁS ADECUADO

LESIONES DE LARGA DURACIÓN

Se consideran lesiones de larga duración cuando exceden los 6 meses. Roturas de ligamento cruzado, operaciones importantes de hombro, tobillo o rodilla.

Lesiones de larga duración
SABER MÁS

Cuando un deportista se lesiona de gravedad y requiere una operación, la siguiente etapa es una rehabilitación con el fisioterapeuta pautada por un médico. Pero cuando la etapa del fisioterapeuta acaba o, mejor aún, cuando todavía no ha acabado, es importante empezar el proceso de readaptación. Es la puesta a punto del deportista para que llegue en condiciones óptimas a la competición. Curar la lesión no es suficiente para minimizar el riesgo de recaer, hay que igualar descompensaciones musculares, ver cuál fue el mecanismo de lesión y, si podemos corregir una mala técnica (como puede ser un aterrizaje de salto, un cambio de dirección…), podremos evitar nuevas lesiones.

LESIONES DE CORTA/MEDIA DURACIÓN

Lesiones que no exceden los 6 meses. Roturas de fibras, esguinces, luxaciones, algunas fracturas.

Lesiones de corta o media duración
SABER MÁS

Es erróneo y muy común pensar que si una lesión es de corta duración no necesita un periodo de rehabilitación ni readaptación ya que es algo “leve”. En la mayoría de casos de lesiones que no son provocadas por impacto, el origen puede estar en descompensaciones musculares, en una mala técnica de carrera o aterrizajes de salto, en una mala readaptación de alguna lesión anterior, etc. Por ello, debemos evaluar, planificar y actuar a través de un proceso de readaptación que es necesario para que esas lesiones leves no se conviertan en repetitivas.